El modelo de pensamiento en
espiral es el modelo de pensamiento de los pueblos indígenas, es la alternativa
al modelo de pensamiento lineal diseñado por el racionalismo europeo, y la
filosofía positivista, causante del modelo mental existente en el mundo occidental
por los últimos 400 años.
El modelo de pensamiento lineal
es altamente determinista, como también reduccionista toda vez que descompone
el total en pequeñas partes, reduciendo las interacciones entre ellas.
Considera el todo compuesto de partes independientes.
El modelo de pensamiento lineal
es hoy contradictorio, ya que los nuevos conocimientos del mundo contemporáneo
nos revelan que nuestro universo está constituido básicamente por sistemas no
lineales en sus niveles físicos, biológicos, psicológicos y sociales.
Nuestro universo está formado por
partes conectadas a través de una profunda interacción y cuya identidad es la
armonía y el equilibrio.
El modelo de pensamiento lineal
se basa en los principios matemáticos elaborados originariamente por los
filósofos griegos y más tarde por Rene Descartes, quien llegó a postular que
nuestro pensamiento debiera llegar a la racionalidad de las matemáticas, no
entendiendo que las leyes matemáticas no pueden ser aplicadas a los sistemas y
estructuras de naturaleza construidas por partes relacionadas íntimamente unas
con otras.
Las matemáticas son un
conocimiento abstracto, pues permite mentalmente hacer abstracción del todo y
reducirlo a sus partes y considerarlas independientes del resto para
estudiarlas prescindiendo de las restantes particularidades que tiene la
naturaleza de las cosas.
El modelo de pensamiento lineal
no nos permite conocer a cabalidad los procesos del comportamiento humano, sus
actitudes y sentimientos, como también su creación cultural.
Por eso entonces la necesidad del
pensamiento no lineal, o pensamiento en espiral, el cual nos permite conocer la
naturaleza de las cosas sin abstracciones, con todas sus partes conectadas unas
con otras. El modelo de pensamiento en espiral debiera ser el modelo de
pensamiento aplicado a las ciencias sociales, y a las relaciones humanas que
son mucho más complejas que las abstracciones matemáticas.
El pensamiento lineal aplicado a
la historia y al desarrollo de nuestros pueblos indígenas no hace más que
simplificar su realidad, rompiendo la coherencia y la lógica de sus 500 años de
resistencia cultural.
La metodología del espiral capta
las relaciones estructurales y sistémicas, ingresando de lleno a las
metodologías cuantitativas. El modelo en espiral ayuda a resolver los problemas
generados entre la teoría y la práctica y también los problemas entre la acción
y la reflexión.
El modelo en espiral permite
generar y compartir conocimientos y experiencias colectivamente, y en cada
contexto tanto los individuos como el colectivo se desarrollan simultáneamente.
En un modelo en espiral el conocimiento y los procesos históricos, pueden
comenzar en cualquier punto de la espiral y nunca tendrán un fin.
El modelo de pensamiento y acción
en espiral es incluyente y permite conectar el presente con el pasado, y en el
caso de los pueblos indígenas permite comprender la factibilidad de construir
futuro volviendo al pasado; vale decir a las raíces de su desarrollo como
pueblo.
En otro orden de cosas el modelo
de pensamiento y acción en espiral permiten un mejor entendimiento de problemas
propios de la administración y control de los recursos, como asimismo de los
riesgos. También es posible aplicar el modelo de planificación en espiral en la
alta tecnología.
El modelo de acción en espiral
centra su preocupación en la comunicación y el diálogo, y en los procesos de
planificación adopta una metodología colectiva, como también en la organización
de recursos, análisis de riesgos y posibles alternativas.
El modelo busca la creación
colectiva de estrategias de evaluación, y finalmente, el modelo genera desde el
colectivo la construcción de hipótesis y teorías.
La cultura dominante ha entrado
en una profunda crisis de identidad, y también el modelo de pensamiento lineal
iniciado por los filósofos griegos y más tarde desarrollado por los europeos.
Ellos han negado permanentemente la existencia de una filosofía indígena,
relegándola a la categoría de cosmovisión, folklore, o pensamiento mítico.
El mundo contemporáneo ha
descubierto nuevas formas de conceptualización y de representaciones
simbólicas, que hacen posible hablar con propiedad de una filosofía de los
pueblos indígenas, que incluye sus prácticas habituales, sus normas, valores,
creencias, estructuras epistemológicas, tiempo y espacio.
El modelo mental del hombre
occidental se ha centrado en la palabra, mientras que el ser indígena piensa en
símbolos, actos concretos y ritos. Podemos entonces afirmar que la filosofía de
los pueblos indígenas tiene su origen en la experiencia vivencial de todo el
pueblo, en sus categorías de tiempo y espacio, que también tienen connotaciones
distintas al pensamiento europeo.
La experiencia vivencial del
hombre indígena más que racionalista, tiene que ver con sus sentimientos y
emociones ligado estrechamente a la madre naturaleza, la ñuke
mapu o la pacha mama.
Hemos dicho que el mundo indígena
se concibe en espiral, y en ese sentido tampoco se concibe la
unidireccionalidad de los procesos cósmicos, de la historia o de los procesos
sociales.
En el modelo mental indígena el
tiempo es también cíclico, responde a la espiral, y es comienzo y fin al mismo
tiempo. La vida y la muerte también son realidades complementarias y no
antagónicas.
El espacio es una red
interconectada de relaciones cósmicas, naturales y humanas. En el modelo mental
indígena el hombre vive en el tiempo y en el espacio. El hombre no está solo en
la tierra. El tiempo es sólo una relacionalidad cósmica y siempre presente en
el espacio. El futuro no es algo que está por venir ni el pasado algo que se
fue. Los mapuche dicen que el tiempo viene.
De manera entonces que el tiempo
en el mundo indígena no es unidireccional de pasado a futuro, sino que
bidireccional. El futuro puede estar atrás y el pasado adelante o viceversa.
El hombre indígena vive el
presente en una realidad de continuo movimiento cíclico de la naturaleza y de
su cultura. El We tripantu de
la nación mapuche, es un renacimiento natural, el término del año es el inicio
de una nueva vida y no la suma de años acumulados.
El Universo indígena es una red
viva por la que circula en todo momento la energía, y la información bajo un
orden autorregulado por la propia naturaleza de las cosas.
En el pensamiento indígena todo
esta interconectado, nada está separado del todo. El mundo indígena se rige por
cuatro principios fundamentales: principio de la dualidad, principio de la
oposición complementaria, principio cosmológico, y el principio de la vida
comunitaria.
Principio de la dualidad
En la sociedad mapuche los
fundadores cósmicos establecieron la dualidad de las cosas. Los contrarios no
son antagónicos sino que complementarios. He aquí los cuatro primeros seres que
dieron origen al hombre mapuche.
Ellos eran masculino y femenino.
Además eran jóvenes y viejos: Ngen Fucha y Ngen
Kushe, espíritu masculino anciano y espíritu femenino
anciana: Ngen Weche y Ngen
Ullcha, espíritu joven masculino y espíritu joven femenino.
El territorio se organizaba en
función de esta misma dualidad: Picunche,
gente del norte y Williche,
gente del sur, Puelche gente
del este y Lafkenche gente
del oeste o del mar. También estaba la connotación espacial de arriba y abajo: Wenumapu, Minche
mapu. Podemos entender entonces que en la naturaleza todo
esta apareado, hombre- mujer: wentru-domo.
Para los pueblos indígenas la dualidad de las cosas constituye la base
fundamental de la unidad en la diversidad natural y humana.
La unidad se produce porque los
aparentes contrarios en el modelo mental indígena, son parte de la complementariedad.
Principio de la oposición complementaria.La lógica
de los opuestos duales en el modelo mental indígena solo puede ser entendida
bajo el principio de la oposición complementaria.
El hombre indígena ve en la
naturaleza esa complementariedad de los opuestos: día y noche, siembra y
cosecha, montañas y valles, espacios micro y macro, individuo y colectivo, vida
y muerte.
Principio Cosmológico
La Ñuke
Mapu es el espacio, el tiempo, la cultura y la
historia de la nación mapuche. El principio cosmológico se organiza en la Ñuke Mapu en
su dimensión espacial, temporal, cultural e histórica. El Wenumapu es
la parte espacial de arriba, estrechamente ligada al Minche
Mapu, la parte de más abajo e interna de la tierra.
Todo esta interconectado en el
modelo mental indígena, nada esta separado. El hombre indígena en los comienzos
de su existencia miraba el espacio celeste por las noches, y logró bajar las
estrellas, las constelaciones y la vía Láctea (wenuleufu) para
organizar la sociedad indígena a imagen y semejanza de ese cosmos que le vio
nacer.
Principio de la vida comunitaria
La formación social, económica y
cultural de los pueblos indígenas tiene su base en el desarrollo de la vida
comunitaria. El conocimiento ancestral, la vida espiritual, las prácticas, la
cosmología y los valores culturales, son todos elementos propios del principio
de la vida comunitaria.
La Nación Mapuche daba solución a
sus problemas y satisfacción a sus necesidades a través del principio
comunitario. He aquí sólo las prácticas más comunes: El Nguillatun,
el kollagtun,
el machitun,
el palin, el trawun,
y el mingaco. Lo
mismo sucedía con las naciones indígenas del centro y norte del cosmos
americano.
En el modelo mental de los
pueblos indígenas, el pensamiento privilegia la experiencia personal y
colectiva. Los indígenas viven de las experiencias reales más que de lo
abstracto. Se reflexiona sobre la experiencia, llegando a ser ésta la base
fundamental de todo nuevo conocimiento.
Este artículo es la síntesis de
un trabajo mayor que aún estoy preparando. Se trata de profundizar en el
conocimiento ancestral de nuestros pueblos originarios y descubrir el paradigma
alternativo, que permita rescatar la verdadera identidad indoamericana de
nuestros pueblos del cosmos sur americano.
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